El mundo está cambiando. Durante la última década, la sostenibilidad ha pasado a ser el aspecto clave del discurso privado, del debate público y de la acción colectiva.
Parte de este debate se centra en dos desafíos distintos aunque interconectados en relación con el movimiento sostenible: la brecha digital y los desechos electrónicos. La brecha digital, o la desigualdad causada por la brecha entre aquellos que tienen acceso total a las tecnologías de la información y la comunicación y aquellos que no, proviene en parte del uso irresponsable a nivel ambiental de las tecnologías digitales. La cantidad de desechos electrónicos se ha convertido en la primera problemática a nivel de residuos que más rápido crece en el mundo: el ser humano genera más de 50 millones de toneladas de desechos electrónicos cada año, lo que equivale a desechar 1000 ordenadores portátiles cada segundo. Estos dos problemas representan grandes obstáculos a la horade mantener a las personas conectadas.
Y aunque hemos avanzado mucho, todavía no hemos alcanzado nuestro objetivo de transicionar hacia un mundo totalmente conectado. Por este motivo, en Enel, la sostenibilidad es nuestro principal pilar. Acatamos las directrices de la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible integrando las cuestiones ambientales, sociales y económicas en nuestra estrategia comercial para crear un futuro mejor, tanto para las personas como para el planeta.
De este modo, nuestras líneas de negocio de Sostenibilidad y Economía Circular, Soluciones Digitales Globales, Sostenibilidad y Asuntos Institucionales Italia han lanzado su última iniciativa, “Dale una nueva vida a tu viejo ordenador, ayuda a los que más lo necesitan”, para reducir las desigualdades y fomentar el uso responsable de los recursos. Esta solución sinérgica aborda simultáneamente el problema social de la brecha digital y el problema ambiental de los desechos electrónicos.
Creando nueva vida a partir de desechos digitales
“La mayoría de los cambios se producen de abajo hacia arriba”, explica Ernesto Ciorra, director de Innovability® de Enel. También afirma: “Si no involucramos a las personas y les permitimos contribuir de forma individual, estaremos perdiendo un potencial enorme”. Nuestro objetivo es precisamente implicar a nuestra gente en este proyecto para fomentar la economía circular de los dispositivos digitales, garantizando la extensión de la vida útil de los equipos a través de su reutilización.
A través de este proyecto, los empleados de Enel reciben un ordenador personal (PC) cada cuatro años; cuando llega el momento de obtener un ordenador nuevo, el empleado puede elegir si comprar o devolver el dispositivo. Si escogen devolver el dispositivo y este aún está en buen estado, se puede donar a dos asociaciones: Banco Informático Tecnológico y Biomédico (BITeB) o Informáticos sin Fronteras, que reacondicionan el equipo y luego distribuyen los ordenadores usados a organizaciones benéficas tanto públicas como privadas.
Zanjar la brecha digital
“Cuando hacemos negocios, siempre tenemos una gran oportunidad de mejorar el mundo”, afirma Ciorra.
A través de comunicaciones internas específicas, Enel ha recibido contribuciones de equipos en todas sus líneas de negocio. Hasta el día de hoy, la empresa ha donado 263 ordenadores por un valor de mercado total de €38.600. Veinte de estos dispositivos se han donado a refugiados ucranianos. Esta campaña refuerza el compromiso de Enel a la hora de apoyar a las comunidades de los países donde trabaja y otros ecosistemas globales que más ayuda necesitan.
Antonio Ganzerli, líder de la Iniciativa en Enel, concluye: “Dando una segunda oportunidad a los ordenadores, podemos contribuir a la creación de una economía circular y poner en marcha el comienzo de algo nuevo. La reutilización de equipos físicos también supone beneficios sociales, ya que, al reducir los desechos electrónicos, también garantizamos que las comunidades estén conectadas, brindando oportunidades para que todos disfruten de un planeta mejor y más verde”.