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Innovación es resiliencia: la lección de 2020

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En el StartupItalia Open Summit (SIOS) celebrado hace un año, nadie hubiera imaginado lo que pasaría en 2020 ni cuánto llegaríamos a depender del ámbito digital en nuestro trabajo, estudios e interacciones sociales. Por ello, la edición de invierno StartupItalia Open Summit 2020 Winter edition, celebrada en remoto el pasado 14 de diciembre, contó con más de un millón de visitas en la web y estuvo dedicada precisamente a la revolución vivida en los últimos meses.

En este último año hemos viajado hacia el futuro, explicó Francesco Starace, CEO y Director General del Grupo Enel, durante su intervención en SIOS 2020: hemos visto cómo será el sistema energético de un país cuando se reduzca la producción a partir de fuentes fósiles y la demanda de energía pueda ser absorbida por fuentes renovables, superando todos los umbrales que los expertos siempre habían señalado como arriesgados para la estabilidad de la red. El futuro es posible, acabamos de estar allí, y cuando volvamos a la normalidad ya no podremos fingir que eso no es posible. El último informe de la IEA (Agencia Internacional de Energía) confirma el ritmo de crecimiento de la electrificación del consumo, que acelera la transición energética y está impulsada por dos factores: uno es el progreso constante en la ciencia de los materiales, que hace que cada vez sean más resistentes, menos costosos y más reciclables; el otro es la difusión de la digitalización. 

La innovación digital es también el factor que ha permitido a nuestro Grupo no quedar desprevenido ante la pandemia. Así lo subrayó Ernesto Ciorra, Director de Innovability® del Grupo Enel, quien en SIOS 2020 explicó cómo hemos aprovechado las innovaciones desarrolladas en el pasado para ser más resilientes. En 2016 adoptamos el análisis automático de problemas de red y las tecnologías para resolverlos automáticamente. En 2017, los robots y los drones comenzaron a realizar verificaciones e inspecciones de obras y plantas de energía, mientras que el traspaso a la nube fue llevado a cabo en 2018. El Covid-19 solo ha acelerado los procesos: si antes el trabajo en remoto solo afectaba a los compañeros de trabajo un día a la semana, desde principios del pasado mes de marzo se ha convertido en la forma principal de trabajar para todos, sin plazos, con el objetivo de proteger a nuestra gente durante el tiempo que sea necesario. 

Sin embargo, el trabajo con startups no se ha interrumpido. De hecho, gracias a los bootcamps digitales, se han reducido los tiempos de respuesta y se ha incrementado el número de scale-ups. Los números lo confirman, con la única excepción de las pruebas en nuestros laboratorios, donde tuvimos que limitar las actividades presenciales: hemos analizado más de 9.000 proyectos, implementado más de 700 y escalado más de 70 a nivel mundial. Además, para fortalecer el ecosistema, ayudamos a las startups con las que trabajamos a conectar tanto con nuestros proveedores como con instituciones de los países donde estamos presentes. 

En 2014 iniciamos un camino de innovación bastante inusual, cuenta Ciorra, dejando de hacer Investigación y Desarrollo interno, combinando sostenibilidad e innovación y potenciando esta última estimulando la forma de pensar de nuestros compañeros de trabajo. Por ejemplo, tratando de superar el miedo a cometer errores, animando a la gente a compartir qué problemas no pudieron resolver y a pedir ayuda externa. «Somos generadores de problemas y provocadores de ideas» a través de los diez Innovation Hubs creados en todo el mundo, así como la plataforma de crowdsourcing openinnovability.com, gracias a la cual hemos tenido acceso a mucha creatividad que de otro modo no hubiéramos podido interceptar». En Enel trabajan unas 67.000 personas, pero la comunidad de innovación del Grupo cuenta con otras 400.000 personas en la plataforma, a las que debemos sumar las startups».

Queremos que esta innovación esté al alcance de todos, por eso nunca pedimos relaciones de exclusividad con startups. Como explica Starace, en nuestra visión la competencia no es con otras compañías eléctricas, sino entre fuentes de energía: todo lo que haga que la electricidad sea más simple, más conveniente y más descarbonizada debe estar al alcance de todos para reducir el consumo de combustibles fósiles y hacer que el planeta sea más sostenible. 

Los números de Enel hablan por sí mismos: abrazar la transición energética no solo es correcto desde un punto de vista moral, sino que también es útil desde un punto de vista económico. Nuestro Grupo se ha vuelto más sostenible, resiliente y flexible ante los cambios, incluso los repentinos e imprevisibles.