Estamos acostumbrados a ver turbinas eólicas mientras conducimos por el campo, pero la distancia no nos deja percibir su magnitud real. ¿Alguna vez has pensado que una turbina eólica puede ser tan alta como la Torre Eiffel? Según algunas predicciones, para 2025 esta será su altura media. De hecho, ya existen turbinas de hasta 250 metros de altura y este aumento de tamaño está relacionado con la eficiencia de la infraestructura.

Ha habido una evolución teniendo este objetivo en mente: de los 40 metros en 1990, a los 80 metros en 2000, a los 145 metros en 2015. Cuanto más altas son las turbinas, más energía generan y, por lo tanto, son más eficientes. Pero esto conlleva desafíos de mantenimiento como alcanzar las palas, que es más difícil y, sobre todo, peligroso para los operadores.

La startup letona Aerones empezó a pensar en cómo solventar el desafío que suponía el mantenimiento de las turbinas eólicas en 2015 y ahora se centra en sistemas automatizados de mantenimiento avanzados para las turbinas eólicas. Se ha convertido en la primera compañía del mundo capaz de proporcionar este tipo de servicios de mantenimiento usando tecnología automatizada. Su solución está directamente relacionada con la sostenibilidad y la energía sostenible. Y está en línea completamente con Innovability^® y, por esta razón, estamos trabajando juntos en este objetivo.

Robots que cuidan las palas y el planeta

Aerones empezó como una compañía de drones que investigaba las oportunidades de limpieza en la industria de las turbinas eólicas, pero pronto se dio cuenta de que se estaba centrando en la tecnología equivocada y en 2019 se pasó a un sistema robótico. “Hasta ahora, estas labores de mantenimiento las llevaban a cabo personas atadas a cuerdas, pero pensamos que los robots lo podían hacer más eficientemente el trabajo”, explica el cofundador de Aerones, Dainis Kruze.

Como se ha mencionado anteriormente, el sector de la energía eólica está cambiando. Según Kruze: “En los últimos 30 años, este sector ha crecido rápidamente. Si queremos que este tipo de energía sea más eficiente, las palas tienen que ser más largas y las turbinas más altas. Eso significa que cierta automatización es inevitable: las personas no podemos realizar estos trabajos, es demasiado peligroso y pueden ocurrir accidentes”.

Francisco J. Valle, Wind Innovation Product Owner de Enel Green Power, que trabaja directamente con la startup está de acuerdo: “Actualmente es necesario robotizar las actividades de mantenimiento para reducir accidentes, incrementar la productividad y mejorar los resultados”.

Gracias a los robots, los técnicos pueden trabajar desde sus coches, oficinas u otros entornos seguros mientras la turbina se controla de forma remota y el trabajo se realiza “cuatro veces más rápido, barato y seguro”. Los robots Aerones pueden llevar a cabo diferentes labores: inspección (de los agujeros de drenaje, palas y torres), labores de limpieza y reparación. Esta tecnología combina imágenes externas de alta resolución e inspecciones internas de gran calidad.

“Tiene gran potencial”, dice Valle, quien enumera los beneficios: “evitar operaciones de alto riesgo, reducir los costes y el tiempo de inspección de las palas, incrementar la eficiencia combinando diferentes actividades con una herramienta y mejorar la comunicación (haciéndola más rápida y automática) con quienes realizan la inspección”.

Tecnología que inspira y fascina

La solución Aerones se basa en una plataforma de brazo robótico ubicada en el medio y una cuerda que permite el movimiento vertical. Este movimiento es como el de una araña en su telaraña, con la misma gracia y control, o como el de un acróbata suspendido en medio del aire.

“Los robots pueden moverse a cuatro metros por segundo y puede adaptar la posición del movimiento del brazo muy rápidamente para realizar diferentes tareas. Por ejemplo, un robot puede ocuparse de cinco o seis turbinas al día”, explica Kruze. Después de todo, “los técnicos pueden cambiar las herramientas del robot para que pueda moverse arriba y abajo y realizar gran variedad de tareas”.

Parques eólicos que marcarán la diferencia

El Enel Innovation Hub Europe descubrió Aerones en 2018 y se estableció la primera conexión durante el Enel Green Power Bootcamp a finales de ese año. Kruze recuerda “nos visitaron en Letonia en 2019 para ver una primera prueba. Para nosotros, fue una gran señal de reconocimiento que una compañía tan grande quisiese trabajar con nosotros a pesar de la pandemia covid-19. Apostaron por algo que era completamente nuevo y estaba listo para usarse”.

Enel ya apostó, como demuestra que la colaboración entre ambas empresas arrancase en 2020, cuando EGP realizó algunas pruebas en América del Norte. Como Valle explica, “usamos la tecnología de Aerones para la inspección LPS y para limpiar los agujeros de drenaje en las plantas eólicas Red Dirt y Thunder Ranch de Oklahoma (Estados Unidos). Aerones probó 14 unidades en Red Dirt y 17 turbinas en Thunder Ranch. Fue un éxito operacional y económico.

En este momento Enel Green Power sigue colaborando con Aerones para probar en el futuro próximo nuevas funciones que se utilizarán más adelante en todos los países relevantes. Además, el pasado 12 de mayo, invitado por Enel Innovation Hub Europe y Enel Green Power, Kruze participó –junto con Nicola Rossi, Head of Innovation de Enel Green Power- en el ‘Ecosummit Zoom’, un evento donde se dan cita varias iniciativas digitales. Este año lo organizó Ecosummit, una conferencia internacional de empresas, startups e inversores que promueven la energía verde e inteligente en la movilidad y las ciudades.

Viento para hacer despegar la sostenibilidad

Hasta ahora, Aerones ha trabajado en más de 40 proyectos y con más de 30 clientes en Europa, América del Norte y América del Sur. “Tenemos, por lo menos, tres veces más proyectos de los que tuvimos durante nuestro primer año comercial”, dice Kruze. En el futuro, la empresa prevé añadir nuevos servicios para que los robots puedan realizar más tareas de forma autónoma.

De hecho, el cofundador de Aerones ve un inspirador futuro: “Creemos verdaderamente en esta industria y en cómo está ayudando a resolver el problema del calentamiento global. Nuestra solución puede mejorar la eficiencia de la industria eólica un 5% o un 6%, lo que tendrá un gran impacto en el sector energético y contribuirá enormemente a la transición energética. Esa será una historia que contar a nuestros nietos”.