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Civdrone reinventa su tecnología de drones de construcción para combatir el Coronavirus

Civdrone reinventa su tecnología de drones de construcción para combatir el Coronavirus

Civdrone es una startup israelí que colabora con nuestro Infralab en Haifa. Este equipo ha aplicado su tecnología de drones de la construcción a la creación de un robot de desinfección autónomo para prevenir la propagación del coronavirus.

Un conocimiento es verdaderamente valioso cuando se puede aplicar en diferentes formas y aspectos de la vida. La innovación y los desarrollos tecnológicos crean valor cuando se pueden aprovechar para producir un impacto más amplio que una sola aplicación. Los verdaderos innovadores son capaces de ir más allá, convirtiendo situaciones difíciles en oportunidades.

La emergencia global provocada por el Coronavirus ha despertado el espíritu innovador de la startup israelí Civdrone, que ha adaptado los conocimientos adquiridos en el sector de la construcción para crear una solución aplicable y útil en el sector sanitario. «Somos una empresa de tecnología de la construcción y hemos desarrollado un dron con diferentes capacidades para ayudar a los operadores en el terreno. Con este conocimiento y tecnología, ahora podemos ayudar en la emergencia del coronavirus», explica Liav Muler, cofundador y director de producto (CPO) de Civdrone.

Los miembros del equipo de Civdrone han construido un robot de desinfección autónomo que cubre un radio de 2,5 metros y puede moverse por los hospitales para facilitar la limpieza de los entornos. Esto puede reducir el riesgo de contaminación para el personal del hospital y los limpiadores y prevenir la propagación del virus. Después de completar la fase de prueba, el equipo planea ir más allá para crear un robot inteligente que llevará la desinfección al siguiente nivel.

 

Tecnología de alto nivel para diseñar los mejores drones de la construcción

Civdrone colabora con Enel desde 2018: fue la primera empresa israelí en participar en el programa Lab Company de Infralab, nuestro segundo centro de innovación en el país después del Enel Innovation Hub de Tel Aviv. «Enel es una empresa abierta con un enfoque muy innovador», dice Muler. «A través de Infralab nos apoyó en la construcción de nuestro principal producto y recibimos el apoyo de los distintos directores de innovación de las oficinas de Enel en países como Estados Unidos».

A través de la tecnología, la empresa ha revolucionado la industria de la construcción. «La construcción es un sector a la antigua, seguimos construyendo más o menos como hace un siglo. Sin embargo, nuestra generación es más joven, ha crecido con ordenadores, Internet, teléfonos inteligentes y datos», explica el cofundador. Gracias a esto, es natural que su equipo intente resolver problemas y mejorar procesos con la tecnología.

La idea nació y se desarrolló a partir de una necesidad real en el sector de la construcción y también encuentra aplicación en el sector energético, por ejemplo, en la instalación de nuevas líneas eléctricas. Tanto Muler como el director ejecutivo y cofundador de la empresa, Tom Yeshurun, están formados en ingienería civil y «sufrían al ver a la gente trabajando un día completo para colocar marcadores en el suelo para preparar la construcción». El proceso para colocar los postes manualmente en una obra «implica un esfuerzo enorme, cuesta mucho dinero y puede llevar a cometer errores», explica Muler. Tras darse cuenta de este problema, la startup desarrolló el proyecto para utilizar drones como herramienta para identificar las características clave y fijar las posiciones en las obras.

«La mayoría de los drones del mundo se utilizan únicamente como cámaras, mientras que nosotros los empleamos como robots para realizar tareas físicas en la fase de construcción», dice el CPO. Civdrone utiliza una precisa tecnología de navegación y RTK (cinemática en tiempo real) para diseñar un mecanismo robótico específico capaz de hacer marcadores con precisión. Buscando la máxima eficiencia, la empresa creó un algoritmo de aterrizaje y un dron personalizado. «Diseñamos nuestros algoritmos de aterrizaje y construimos el dron para que se ajustara a los puntos de referencia. El desarrollo de la tecnología era necesario porque, hasta ahora, los drones nunca habían sido diseñados para aterrizar con tanta frecuencia y precisión».

«Nuestro dron es el primer dron de construcción autónomo con estas características y es fácil de usar: basta con presionar la orden en el ordenador y el dron marca las señales», agrega. Cada marcador proporciona instrucciones simples y claras que pueden ser leídas por cualquier dispositivo inteligente.

Después de dos proyectos piloto, el primero en Texas y el segundo en Japón con la importante empresa de construcción Kajima, Civdrone debería haber comenzado la segunda ronda ahora, pero la crisis del Coronavirus lo detuvo todo.

 

Una idea para combatir el Coronavirus que puede cambiar el futuro de las herramientas de desinfección

Después de observar los desafíos a los que se enfrenta el mundo debido al Coronavirus, Muler se dio cuenta de que «nuestra experiencia en navegación, mecanismos y sistemas robóticos, junto con nuestro equipo de seis ingenieros con una formación de alta calidad, pueden ayudar». Así fue creciendo la idea de desarrollar un robot autónomo capaz de desinfectar áreas fácilmente y evitar la propagación del virus, que puede sobrevivir sobre las superficies incluso durante días.

«El robot tiene un sistema de difusión único y una capacidad de navegación autónoma que le permiten navegar solo en un entorno y cubrir superficies de forma rápida y precisa. Nos estamos enfocando en hospitales, pero esto podría usarse en todas partes, incluso en aeropuertos y oficinas», dice el CPO. La compañía ha recibido una subvención de la Autoridad de Innovación de Israel e implementará el primer proyecto piloto a principios de mayo, con el objetivo de lanzar el producto al mercado en julio.

El equipo de Civdrone está dando un paso más. «Una vez hayamos creado con éxito este robot, lo mejoraremos con visión artificial para detectar el porcentaje de superficie que ha sido cubierta y limpiada correctamente por el robot», añade Muler. Esto representaría una gran ventaja tecnológica, ya que permitiría a los operadores recibir un feedback completo sobre la calidad de la limpieza.

De cara al futuro, este dispositivo de desinfección podría convertirse en parte de edificios inteligentes. Según el equipo de Civdrone, «si nos aseguramos de que el robot puede hablar con el edificio y ser completamente autónomo, podemos conectarlo al ascensor, enviarlo automáticamente a habitaciones vacías y desinfectar las zonas más sucias».

Como ya mencionamos, el conocimiento es realmente valioso si se puede aplicar más allá de una situación específica. La tecnología de Civdrone es un excelente ejemplo de cómo aprovechar el impulso obtenido del camino ya andado para correr más rápido y anticipar el futuro. Muler concluye: «Ahora nos estamos centrando solo en el aspecto de desinfección debido al Coronavirus, pero esta aplicación sería muy útil como solución permanente en los hospitales, donde siempre se esconden virus y gérmenes. Este enfoque nos ayudará a estar preparados y minimizar el riesgo cuando llegue el próximo virus».