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El futuro ya está aquí: cuatro tendencias que están redefiniendo la idea de trabajo

El futuro ya está aquí: cuatro tendencias que están redefiniendo la idea de trabajo

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El panorama profesional está cambiando, desde el tipo de puestos de trabajo disponibles hasta la forma en que concebimos el trabajo como tal. En los últimos diez años, muchas oficinas han abandonado la división tradicional en despachos separados para pasar a un espacio abierto o a un diseño poco convencional. Estos entornos, diseñados para estimular la colaboración, la creatividad y la productividad, se han hecho famosos por empresas de vanguardia como Google y AirBnb.

La rápida transición a 2020, año de la irrupción en escena de la pandemia por coronavirus, ha obligado a muchas personas a empezar a trabajar de forma remota, llevando a las empresas a reflexionar sobre la necesidad real de las oficinas tradicionales. De hecho, 2020, año en el que el Covid-19 aceleró la transición a entornos laborales digitales, representó una época de cambio para empresas, gobiernos y ciudadanos de todo el mundo. Si bien es cierto que la pandemia ha cambiado significativamente la forma en que trabajamos, hay que decir que nuestro concepto de trabajo ya había comenzado a transformarse tiempo atrás.

En un mundo que evoluciona a un ritmo frenético, acompañado de nuevas expectativas de una generación emergente y dinámica de trabajadores, ¿cómo podemos imaginar el futuro del mundo del trabajo? Una combinación única de varios factores, que incluye la transformación digital, los avances en tecnología y movilidad, y los cambios demográficos en la fuerza laboral, está redefiniendo la estructura de los entornos laborales del futuro.

 

Transformación digital: dar paso a las nuevas tecnologías

En la época en que vivimos, una gran parte de nuestra vida profesional gira en torno a la tecnología y una proporción cada vez mayor de interacciones y actividades pasan a través de plataformas digitales. Si bien se considera que el Covid-19 ha dado un fuerte impulso a la transformación digital, también es cierto que esta transición había comenzado mucho antes de que estallara la pandemia. En los años previos a 2020, muchas empresas ya habían comenzado a reemplazar procesos obsoletos con alternativas digitales y a practicar una cultura que adoptase una plena digitalización.

Muchas de estas tecnologías digitales se crearon y diseñaron específicamente para aumentar la productividad y resolver problemas para los equipos comerciales. Nuevos servicios como Zoom, Slack, Google Drive y DropBox han ayudado a las empresas a maximizar el resultado de las actividades internas y optimizar la comunicación, con el objetivo de minimizar las ineficiencias típicas de las dinámicas de oficina.

Especialmente ahora que el mundo se encamina hacia una nueva normalidad pospandémica, un número creciente de empresas se están dando cuenta de que las formas y estructuras de trabajo tradicionales no son tan efectivas en un contexto que se ha vuelto digital. Gracias a Innovability® (innovación al servicio de la sostenibilidad), en Enel hemos digitalizado nuestros activos e introducido muchas tecnologías innovadoras como drones, gestión de procesos en la nube y automatización. Fuimos la primera empresa de servicios públicos en trasladar el 100% de sus datos y aplicaciones a la nube. Gracias a este paso podemos avanzar más rápido con las distintas actividades, en remoto y con la máxima seguridad: un aspecto imprescindible en estos tiempos de cambio.

Las nuevas tecnologías y los servicios digitales continuarán poniendo en cuestión nuestro enfoque del trabajo e impulsando a las empresas a considerar estructuras alternativas para crear un entorno profesional más adecuado y eficiente.

 

Tecnología: el eslabón de unión entre innovación y futuro

Si hablamos de nuevas tecnologías como la automatización y la Inteligencia Artificial (IA), las opiniones se dividen entre quienes argumentan que avanzar en estos campos reducirá puestos de trabajo y quienes, por otro lado, argumentan que crearán nuevos en cantidades iguales o incluso mayores.

En cualquier caso, no se puede negar que los desarrollos tecnológicos han creado muchas oportunidades con las que solo podíamos soñar hace 30 años. Tecnologías como Big Data, Inteligencia Artificial, la nube, robótica e Internet de las cosas (IoT) han cambiado nuestra forma de vida, facilitando procesos, mejorando la disponibilidad y accesibilidad de la información y dando a las personas más flexibilidad en el trabajo.

Las empresas, por ejemplo, utilizan análisis sofisticados obtenidos a través de Big Data para crear valor añadido a los clientes y proporcionar interacciones personalizadas. El desarrollo de software de robótica e Inteligencia Artificial está ayudando a redefinir los tipos de trabajo que tradicionalmente realizan las personas. Además, el uso de la tecnología de la nube y las plataformas de colaboración asegura una mayor independencia para los trabajadores y empleadores, permitiendo que ambos se conecten a través de cualquier dispositivo, estén donde estén.

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Movilidad: la oficina del futuro será líquida

Como ya hemos mencionado, los avances tecnológicos han traído numerosos beneficios a nuestra vida diaria. El trabajo en remoto, por ejemplo, nos ha dado la libertad y flexibilidad para trabajar desde casa o donde sea que estemos, en transporte público o en una cafetería, con el único requisito de poder conectarse a Internet.

Aunque no todas las actividades se pueden realizar de forma remota, la pandemia ha marcado fuertemente la actitud hacia esta forma de trabajar: de hecho, muchas empresas se están dando cuenta de que el trabajo ágil no es sinónimo de productividad reducida. Una encuesta reciente de Gartner reveló que un 82% de los directivos de empresas tienen la intención de permitir que los empleados teletrabajen, al menos a tiempo parcial, incluso cuando termine la pandemia.

Con el continuo desarrollo y expansión de las plataformas de colaboración y las herramientas de videoconferencia, la necesidad de oficinas y comunicación física se volverá cada vez menos obligatoria, porque todo se trasladará a sistemas con un componente digital cada vez más alto.

 

Demografía: las nuevas generaciones traen perspectivas inéditas

La composición de la fuerza laboral está cambiando: los miembros de la generación del baby boom están comenzando a jubilarse, mientras que los millennials y los jóvenes de la generación Z se incorporan al mundo laboral. De hecho, según una encuesta de Deloitte, los millennials representarán el 75% de la fuerza laboral total de aquí a cuatro años.

Estas nuevas generaciones son una de las fuerzas esenciales que ya están marcando el futuro del mundo del trabajo: además de sus competencias digitales, los jóvenes profesionales se distinguen por una mentalidad innovadora y nuevas expectativas sobre qué es el trabajo y cómo debe hacerse. Para los millennials, la flexibilidad de horarios y lugares de trabajo no es un beneficio sino una condición casi necesaria.

La flexibilidad y la autonomía son factores clave para cambiar la dinámica de trabajo tradicional, especialmente en la época de pandemia que estamos viviendo. Esta transformación trae beneficios no solo a las generaciones más jóvenes, sino a los trabajadores en general, quienes pueden disponer de más tiempo para dedicar a sus familias. Todas las empresas que quieran seguir creciendo y tener éxito a largo plazo deberán adaptarse a esta nueva realidad para atraer y retener al mejor talento.

 

¿Qué implica todo esto para el futuro del mundo laboral?

Las nuevas tecnologías, los cambios demográficos y otras innovaciones están cambiando de raíz nuestro concepto de trabajo. El futuro del mundo del trabajo nos está conduciendo hacia estructuras flexibles y deslocalizadas, regidas por la tecnología y cada vez más digitales.

Una comprensión completa de las fuerzas que están impulsando este cambio es un requisito indispensable para que las empresas puedan tomar decisiones efectivas, crear un entorno en el que los empleados estén felices de trabajar y avanzar hacia las próximas etapas de la transformación digital. Las empresas capaces de adaptarse a estos cambios serán las que tengan más posibilidades de atraer al mejor talento, consolidar su resiliencia y tener éxito a largo plazo.