La Covid-19 ha supuesto una llamada de atención para muchas organizaciones. A causa del virus, muchas empresas han visto interrumpidas bruscamente sus cadenas de suministro y han sufrido los efectos devastadores de cambios inesperados en la demanda y en las preferencias de los consumidores, los cuales han alterado todos los programas en curso. En una situación tan caótica, las compañías se han visto obligadas a reconsiderar sus estrategias comerciales y de innovación para priorizar en un nuevo objetivo: la resiliencia.

A medida que avanzamos hacia la llamada "nueva normalidad", la capacidad de adaptación cobrará especial importancia, no solo porque el mundo empresarial es cada vez más dinámico e impredecible, sino también porque hemos visto con nuestros propios ojos el impacto que tienen acontecimientos de alcance global como la pandemia que estamos viviendo.

Ahora que las empresas han aprendido lo rápido que pueden ocurrir cambios devastadores, ¿cómo pueden prepararse mejor para eventos inesperados en el futuro? Si bien cada compañía puede tener una forma diferente de ser resiliente, algunas acciones como, por ejemplo, invertir en nuevas tecnologías, fomentar internamente una cultura de innovación y mantenerse abierto a nuevas oportunidades de colaboración, pueden ser fundamentales para que todos alcancen sus objetivos finales.

Cinco actividades para construir resiliencia  

En el ámbito empresarial, la resiliencia se puede definir como la capacidad de una compañía para predecir y prevenir eventos traumáticos internos o externos, así como para comprenderlos, limitar sus efectos y recuperarse de las crisis para asegurar la supervivencia a largo plazo.

Antes de la pandemia, la mayoría de las empresas adoptaban un enfoque limitado de la innovación, centrándose exclusivamente en aumentar las ganancias, maximizar la eficiencia y mantener una ventaja competitiva sobre la competencia. De esta forma, se garantizaba el aumento de los márgenes de beneficio y la mejora de la calidad de los productos y servicios, pero muchas empresas se quedaban indefensas ante el impacto de eventos excepcionales.

Si bien no podemos predecir cuándo o cómo ocurrirán las próximas crisis, hay algunas actividades clave que las empresas pueden realizar ahora para poder hacer frente mejor a eventos impredecibles.

1. Invertir en tecnologías innovadoras  

Las nuevas tecnologías, como por ejemplo los Big Data, la inteligencia artificial, las plataformas en la nube y el internet de las cosas, han cambiado radicalmente el modo de operar de las empresas, aportando mayor flexibilidad y contribuyendo a garantizar su supervivencia. A medida que avanzamos hacia modelos de trabajo remotos e híbridos, las plataformas en la Nube digitales y resilientes son esenciales para garantizar que las empresas continúen generando ganancias y que los empleados mantengan la productividad.

Desde hace años, llevamos a cabo en Enel un proceso de digitalización. En 2019 digitalizamos la mayor parte de nuestros activos y de nuestras aplicaciones informáticas, convirtiéndonos en una de las primeras empresas europeas en subir todas sus actividades a la Nube. Al tener la posibilidad de acceder a la plataforma desde cualquier punto y de automatizar las operaciones, nuestros empleados han ganado autonomía y eficacia. Nuestras inversiones en tecnologías digitales nos han ayudado a mantenernos resilientes incluso en medio de la pandemia, considerando también que Italia fue uno de los países europeos más afectados.

2. Probar diferentes escenarios controlados 

Si bien puede resultarles contraintuitivo a las empresas que ponen la eficiencia en el primer lugar, es importante experimentar una variedad de actividades, procesos y estructuras, especialmente en los períodos de estabilidad. El tener una guía muy clara de todos los riesgos potenciales, tanto internos como externos, permite a las empresas probar respuestas a determinadas situaciones y comprender qué actividades podrían ayudarlas a adaptarse rápidamente en caso de crisis. Una preparación adecuada a los riesgos proporciona a quienes ocupan puestos de responsabilidad las herramientas y habilidades necesarias para asignar recursos, implementar procedimientos de emergencia y mantener un liderazgo sólido incluso en tiempos de incertidumbre.

3. Be open to innovation opportunities outside your organization

Collaboration is essential in today’s environment and companies can increase their resilience by working with other players: external organizations are a key source of innovation. This opens new avenues to create value by combining complementary know-how, expertise, networks and resources or by unlocking hidden potential in long-lasting relationships. These types of collaborations are effective beyond times of crisis, as they can help organizations find new ways to address challenges that go beyond their respective sectors.

One example of this is the Global Handwashing Partnership created by Unilever and Colgate-Palmolive. Through this initiative, the two competing corporations established a collaboration with various NGOs around a unified purpose – to promote handwashing and sanitary health in Africa and Asia. By leveraging complementary resources and expertise, the stakeholders involved generated mutual value. The NGOs were able to distribute health and sanitation products provided by the corporations, while Unilever and Colgate-Palmolive leveraged the established NGO networks and funding expertise in order to capitalize on the demand for sanitation products.

4. Prioritize the health, diversity and equality of employees

An organization that actively promotes wellbeing and diversity within its teams not only improves overall performance, but also helps maintain employee motivation, prevents burnout and empowers everyone to deal with change. In fact, a 2020 report published by Deloitte found that 82% of the CXOs surveyed said that by providing the necessary support resources, their employees were able to quickly adapt and respond to the disruptions caused by the coronavirus pandemic.

5. Cultivate an innovation-forward culture within the organization

Now, more than ever, it’s critical for companies to create a culture that embraces disruption. The same Deloitte annual report found that organizations that cultivated innovation-oriented cultures were three times more likely to weather unpredicted events and outperform their competition.

Furthermore, a joint study conducted by Deloitte and MIT Sloan Management Review reported that when companies encourage an innovation-friendly environment and provide the resources to innovate, employees have more confidence in the organization’s future. Ultimately, innovative cultures foster resilience by empowering employees at all levels of the organization to be better equipped to react to unexpected circumstances, both mentally and in their day-to-day activities.

As the world begins to recover from Covid-19, many businesses have declared that they intend to make their companies more resilient. While this takes time and commitment, the benefits of learning how to adapt to any situation far outweigh the costs. Forward-thinking organizations incorporate actions such as prioritizing the wellbeing of their employees, testing potential risk scenarios and embracing a resilient mindset to ensure long-term success and survival.